El Gran Hotel Budapest

El Gran Hotel Budapest

Dirección: Wes Anderson
Reparto: Ralph Fiennes, F. Murray Abraham, Mathieu Amalric, Adrien Brody
Guión: Wes Anderson

Esta historia de cómic está contada desde tres épocas distintas. Tras una breve introducción ambientada en la actualidad, Wes Anderson nos transporta a 1985, donde la voz en off cuenta cómo se enteró a finales de la década de los años sesenta “de ciertos extraños acontecimientos” que le sucedieron a un conserje y a su discípulo en un prestigioso hotel, ubicado en un lugar incierto de la geografía europea, a la que nos reenvía lejanamente su propio nombre. A partir de ahí, echando más atrás, el período de entreguerras, se desarrollará la “propia trama” del film.

El edificio del hotel representa en su estructura el desgaste y la erosión del paso del tiempo. A la primera época referida se corresponden con los tiempos de exuberancia y derroche de aquellos años treinta, en los que transcurre la historia de M. Gustave (Ralph Fiennes), conserje del Hotel -y su botones, Zero (Tony Revolori)-. Gustave vivirá una auténtica historia de aventuras en la que se deberá enfrentar por la herencia de su amante, Madame D. (Tilda Swinton), a la maldad de los miembros de su familia, personificada en Adrien Brody, Willem Dafoe. En efecto, por la gran pantalla pasan desde fugas improbables hasta romances, asesinatos, humor, robos, amistad… y hasta una veintena de conocidos actores (Tom Wilkinson, JudeLaw, Bill Murray, Jeff Goldblum, F. Murray Abraham, Edward Norton, Owen Wilson, Mathieu Amalric, etc&hellip que juegan, todos ellos, un importante papel, y que dan a la película ese toque coral.

Para terminar, debe destacarse su fotografía, esos colores vivos y saturados que tanto nos recuerdan a Irma La Dulce, y que cubren toda la película con halo de surrealismo.

Es una película que se ve con una sonrisa permanente, no os la perdáis.

Canibal

Canibal

Ficha técnica

  • Dirección: Manuel Martín Cuenca
  • Intérpretes: Antonio de la Torre, Olimpia Melinte, Alfonsa Rosso, Joaquín Núñez
  • Producción: España, 2013. Duración: 116 minutos. Drama

Carlos, el protagonista de Caníbal (Antonio de la Torre), es un prestigioso sastre de Granada, introvertido y taciturno, que vive solo en su modesto piso y se alimenta de carne humana, concretamente de las chicas que lo atraen, a las que descuartiza después de haber acariciado y olido amorosamente sus cuerpos desnudos. No desvelamos nada que no haya anunciado ya su título. En realidad, el canibalismo no es ni el tema principal ni el centro de interés de esta obra fascinante y turbadora.

Lo más atrayente es la mirada de Martín Cuenca sobre este personaje enigmático y sus actos cotidianos: como sale y entra una y otra vez de su casa y de su taller de confección; el esmero y el cariño con el que se prepara la carne, con gestos del que ama lo que hace, para luego comerla en esos planos frontales, en silencio y con una copa de tinto. La rutina de su vida sólo la romperá la llegada de una joven vecina rumana y posteriormente la de la hermana de ésta (ambos personajes están interpretados por la misma actriz, Olimpia Melinte)

Se pueden encontrar referencias tanto de Hitchcock en Vértigo, como de Claude Chabrol en El Carnicero. Pero Caníbal está más próxima a ese cine español que a través del tiempo ha sabido retratar la vida, el ambiente y la moral de una ciudad de provincias, de Calle Mayor (Juan Antonio Bardem) a La tía Tula (Miguel Picazo) encontramos muchos ejemplos. Utilizando muy pocos escenarios (el piso, la sastrería y un paréntesis en una cabaña en la sierra) y algunas imágenes religiosas y de procesiones, Martín Cuenca logra crear una atmósfera creíble de una España eterna y estancada. Y es que esta obra sombría y elegante revuelve más la conciencia que el estómago. 

No os la perdáis, realmente merece la pena y Antonio de la Torre está impresionante en su “normalidad”.